La piedra no debe ser olvidada

 

 

                                                                                         “No se piensa sin imágenes”     

                                                                                                                                              Aristóteles.     

 

                                                                                                                                                                                                                                     

 

Me interesan mucho los procesos del lenguaje visual y sus relaciones con la cultura.

Como publicista durante muchos años estuve inmersa en el mundo de la imagen, valiéndome de íconos y símbolos.

Se considera que los grabados en piedra fueron los primeros signos creados por el hombre como medio de comunicación. Desde la más remota antigüedad, el ser humano ha desarrollado diversos sistemas de signos para indicar su identidad étnica, familiar y social.

La paleoantropóloga Genevieve von Petzinger dice que existió un código simbólico universal con significado propio previo a la escritura para la transmisión de ideas o conceptos entre distintos grupos.  Desde entonces han existido una serie de signos primordiales o arquetipos presentes en todas las culturas.

A través de los últimos diez años, he venido investigando y trabajando los petroglifos y me he acercado a los símbolos de culturas ancestrales que han quedado tallados en piedra por los antiguos habitantes.

La Piedra Escrita o petroglifos son símbolos, ideas y una secuencia narrativa que deseaban comunicar los antiguos indígenas. Son una representación elemental de una simbología ancestral.

Los Petroglifos ubicados en la parte norte del país en la Gran Área de Conservación de Guanacaste me han llamado profundamente la atención, además de que sus formas me cautivan.

A partir de este encuentro, he comenzado a jugar con la imagen, descomponiéndola, reconstruyéndola, apropiándome de ella y dándole un carácter expansivo con los nuevos recursos técnicos de la sociedad de consumo.                                                                                        

En el sitio ceremonial precolombino de Pedregal, situado en la ladera oeste del volcán Orosí en la cordillera de Guanacaste, existen aproximadamente mil petroglifos que se cree que tienen más de mil  años y de los cuales hay aproximadamente quinientos que están catalogados. Elaborados por diferentes tradiciones culturales a través del tiempo, Chibchas, Chorotegas y Nicaraos, probablemente con influencia mesoamericana. Estos testimonios en piedra han sido capaces de revelar la complejidad de las sociedades ancestrales.

Destacan formas geométricas, antropomorfas y zoomorfas, probablemente utilizados en rituales chamánicos de iniciación e intermediación con el mundo espiritual.                                   

Me pareció interesante jugar con procesos que me permitieran, mezclar, descomponer, expandir, canibalizar, hibridar y reinterpretar los signos de un mundo globalizado con los signos utilizados por los primeros habitantes.                                                                                    

Me he valido de mapas, tarjetas de crédito coleccionadas a través de siete años, tarjetas de habitaciones de hotel, tarjetas de trenes, empaques, monedas, bolsas de comercio, papeles reciclados y algunos símbolos de poder,  así como de técnicas como la xilografía, la serigrafía, la lámina de oro y la impresión digital. Este proceso de encontrarme con dos mundos tan distantes, me intrigó y decidí jugar, experimentar y unirlos, para generar nuevas lecturas e interpretaciones.